El PP abre una crisis en Castilla-La Mancha para combatir a Bono en las elecciones

Desconcierto y presiones. Ilusión y esperanza. La renuncia ayer de Agustín Conde de su cargo como presidente del PP en Castilla-La Mancha, ante la constatación de su impotencia para ganar en las elecciones al actual presidente de la comunidad, José Bono, provocó sentimientos encontrados en la cúpula nacional del partido. Conde se va harto de la desconfianza hacia sus opciones y del trato de favor que entiende que el Gobierno central de José María Aznar dispensa a Bono para debilitar al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. El PP nombrará de nuevo presidente regional al alcalde de Toledo, José Manuel Molina, y se debate entre la diputada Rosa Romero y el hijo de Adolfo Suárez, Adolfo Suárez Illana, para encontrar un nuevo líder electoral en esta comunidad autónoma.

El PP se ha visto forzado a abrir una gran crisis de liderazgo político en Castilla-La Mancha a apenas un año de las elecciones autonómicas y municipales porque había constatado que por la senda actual iba de nuevo a un fracaso electoral. "La dirección nacional del PP ha sido atrevida y arriesgada y al menos quiere dar una señal a su desanimada militancia en Castilla-La Mancha y a sus posibles electores de que tiene algún interés en ganar por primera vez a uno de los principales barones del PSOE, que lleva 20 años en el cargo sin desgaste", señalaron responsables de la dirección del PP.

La última encuesta del PP daba un resultado en Castilla-La Mancha que no podía ser peor: repetía el escenario de las elecciones de hace tres años, cuando Bono arrasó y se distanció de Conde en 140.000 votos y logró un 53% de las papeletas frente al 40% del Partido Popular. El sondeo, sobre 4.000 entrevistas, corrobora incluso una ligera bajada en las provincias de Ciudad Real y Albacete. El segundo análisis era peor: el líder del PP mejor valorado y más conocido resultaba Conde.

La primera conclusión fue contundente: el PP descendía y José Bono volvía a ganar con porcentajes similares a los logrados en los comicios de 1999. El siguiente político en consideración era Luis de Grandes, portavoz en el Congreso de los Diputados.

Política nacional

De Grandes es el candidato preferido por la organización en Castilla-La Mancha para dirigir al partido e incluso para ser candidato, pero él no desea esa pugna directa electoral con Bono. Los populares se preguntaron por Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente y casado con una hija del ganadero Samuel Flores, de Albacete. Pero Suárez quiere dedicarse a la política nacional.

El secretario general del PP, Javier Arenas, se reunió anoche en su despacho con De Grandes. Ambos conversaron con Aznar y resolvieron que lo menos traumático sería nombrar el sábado, en la junta directiva que el PP de Castilla-La Mancha celebrará en Guadalajara, a José Manuel Molina como nuevo presidente. Ya lo fue hasta hace seis años, cuando se midió con Bono y a punto estuvo de darle un susto. Se quedó a apenas 12.000 papeletas. Pero, en cualquier caso, será una solución de tránsito. El congreso regional será en otoño y el futuro candidato saldrá de entre la diputada nacional Rosa Romero, de Ciudad Real y secretaria del área ejecutiva de política municipal, y el hijo del ex presidente del Gobierno con la Unión del Centro Democrático.

El dimitido Agustín Conde fue alcalde de Toledo con apenas 30 años, tiene ya 37, es senador y quiere probar suerte en la política nacional. El secretario general de los populares, Javier Arenas, le reiteró hace tres días la promesa de un cargo intermedio en la cúpula del partido, concretamente sustituir al valenciano Francisco Camps en la secretaría del área de Estudios y Programas.

Conde será el número uno del Partido Popular al Congreso de los Diputados por Toledo en las elecciones generales de 2004.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de mayo de 2002