Convergència i Unió (CiU) presentará 38 enmiendas al proyecto de Ley de Partidos presentado por el Gobierno del Partido Popular (PP). El principal objetivo de las enmiendas, según explicó ayer el portavoz convergente en el Congreso, Xavier Trias, es garanitzar que no se podrá ilegalizar a ningún partido por su ideología, una circunstancia que en opinión de CiU el texto actual del Gobierno no deja claro.
La federación nacionalista ha expresado su incomodidad ante la iniciativa, que pretende situar fuera de la ley a Batasuna, aunque ha dejado la puerta abierta a votar la ley si se aceptan las salvaguardas que CiU quiere introducir y el PSOE no queda descolgado del proceso. Trias insistió en exigir más garantías que aseguren que la ley sólo se utilizará contra entidades que 'amparen y sostengan acciones violentas y no para perseguir a partidos antisistema, independentistas o contrarios a la Constitución'.
Otro objetivo que persigue CiU es que cualquier eventual proceso de ilegalización sólo pueda iniciarse a través de la fiscalía, con independencia de que un número determinado de diputados tenga la posibilidad de instarla a actuar. Ésta es también una de las principales preocupaciones que han expresado los socialistas sobre el proyecto elaborado por el Gobierno.
Inquietud en el PSC
El primer secretario del Partit dels Socialistes (PSC), José Montilla, también manifestó ayer su preocupación sobre las intenciones del Gobierno central durante su intervención en el consejo nacional que la formación celebró en Barcelona. Montilla explicó que los socialistas comparten el objetivo de reformar la Ley de Partidos para combatir con mejores instrumentos el terrorismo, pero advirtió que no estaban dispuestos a hacerlo 'a cualquier precio', como tampoco el PSOE. El dirigente socialista se mostró muy crítico con el PP y afirmó que en la lucha antiterrorista ha dado históricamente muchas muestras de 'mezquindad'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de mayo de 2002