'En nombre del nacionalismo y su radicalización estamos perdiendo la nación', advirtió ayer Joseba Arregi, ex parlamentario del PNV y ex consejero vasco de Cultura. 'Porque estamos perdiendo la sociedad de los ciudadanos sin los cuales la nación se convierte irremediablemente en imposición', argumentó en San Sebastián. Fue tras recibir el II Premio José Luis López de Lacalle, de manos de Mari Paz Artolazabal, la viuda del columnista asesinado hace dos años por ETA en Andoain. Al acto asistieron los hijos de Lacalle, representantes institucionales y amigos de la víctima, como Raúl Guerra Garrido. Arregi reflexionó ante ellos: 'Tenemos pendiente el problema de reconocernos mutuamente todos los vascos en y desde nuestra forma distinta de ser vascos (...). Me atrevo a pensar que si llegáramos a ese reconocimiento mutuo, el resto de problemas del llamado conflicto podrían encontrar una solución'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de mayo de 2002