Los tres grandes líderes de la comunidad árabe -Hosni Mubarak por Egipto; el príncipe heredero saudí, Abdalá bin Adelaziz, y el presidente sirio, Bachir el Assad- han lanzado un llamamiento en el que expresan su deseo de alcanzar una 'paz verdadera con Israel', al tiempo que condenan 'cualquier fórmula de violencia' en Oriente Próximo. El mensaje fue difundido ayer desde la ciudad balneario egipcia de Sharm El Sheij, donde los citados dirigentes habían celebrado una reunión urgente, en un esfuerzo por calmar la tensión en la región. Israel ha considerado 'alentador' el llamamiento.
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'Rechazamos la violencia bajo todas sus formas', al tiempo que 'nos reafirmamos en una verdadera paz con Israel', basada 'en la iniciativa árabe adoptada por la cumbre de Beirut', celebrada el pasado mes de marzo, en la que se decidió por unanimidad apoyar la propuesta saudí, en la que se consagra una oferta de paz a Israel a cambio de la retirada de todas sus tropas de los territorios palestinos hasta las fronteras de 1967.
Éstos son los puntos principales del comunicado conjunto elaborado en la cumbre tripartita que los tres dirigentes árabes celebraron el sábado por la noche y que finalizó a primera hora de la madrugada. Esta reunión sin precedentes supone un intento histórico por acabar con las rivalidades en el liderazgo del mundo árabe, unificar posturas ante el conflicto israelo-palestino, homologar respuestas y sugerencias a Estados Unidos y diseñar una estrategia conjunta.
Detrás de esta solemne declaración en favor de las 'soluciones pacificas', el comunicado de los tres líderes árabes esconde, sin embargo, una actitud beligerante y firme con respecto a Israel, al que acusan de haber cometido 'crímenes de guerra' en sus ofensivas en los territorios palestinos, al tiempo que piden el apoyo de la comunidad internacional para que 'ejerza presiones sobre Israel para que se retire de los territorios palestinos'.
En esta misma línea, los tres líderes árabes descartan la celebración de una conferencia de paz tal y como la ha planteado hasta ahora el primer ministro israelí, Ariel Sharon, es decir, excluyente y en la que participarían sólo miembros moderados, escogidos de antemano.
Como alternativa, la cúpula del mundo árabe reclama una reunión abierta, con el líder palestino, Yasir Arafat, incluido, que en ningún caso se celebrará hasta que las tropas de Israel se replieguen de las zonas autónomas ocupadas como consecuencia del estallido de la Intifada.
La cumbre de los líderes árabes finalizó oficialmente el sábado de madrugada, para continuar con una reunión bilateral entre Egipto y Arabia Saudí, durante la mañana de ayer. Hosni Mubarak y Abdalá bin Abdelaziz hablaron discretamente sobre una serie de medidas concretas para calmar la tensión en la zona, lo que en su opinión incluye la aplicación de la resolución de la ONU en la que se aprobó una investigación sobre lo sucedido en el campo de refugiados de Yenín.
En los pasillos del balneario de Sharm El Sheij, donde los tres líderes celebraron la reunión, fueron vistos el ministro palestino de Cooperación Internacional, Nabil Shaat, y el jefe de la Seguridad Preventiva en Gaza, Mohamed Dahlan, al que en los últimos tiempos en medios políticos de Ramala se le considera el delfín de Arafat. Los dos dirigentes palestinos no participaron en la cumbre, aunque mantuvieron reuniones con miembros de las delegaciones.
El llamamiento de paz de los tres líderes árabes ha cogido de sorpresa al Gobierno de Israel, que aun calificando de 'alentador' el mensaje, según aseguró uno de los portavoces del Ejecutivo, se preguntaba cómo iban a concretarse estas intenciones de pacificación. En un tono sarcástico, el portavoz Raanan Gissin, el rostro del Gobierno de Israel en la CNN, recalcaba que a raíz del comunicado se podría llegar a la conclusión de que 'la responsabilidad de los territorios palestinos no depende exclusivamente de Yasir Arafat, sino también de los países árabes'.
Ayer, sin embargo, horas después de que la cúpula del mundo árabe lanzara este mensaje de paz, los dirigentes del movimiento fundamentalista palestino Hamás enviaban desde Gaza una advertencia a Israel de que habrá nuevos ataques suicidas hasta que cesen 'las agresiones y masacres' de los israelíes. Ismail Abu Chanab, miembro de la dirección integrista, aseguró ayer a la prensa internacional la determinación de su movimiento de 'proseguir la resistencia bajo todas sus formas y todos los medios, en cualquier lugar de la tierra de Palestina'. El portavoz de Hamás recalcó que 'las operaciones suicidas son una forma particular de resistencia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de mayo de 2002