Sharon sufre una grave derrota política al votar su partido contra la creación de un Estado palestino

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, sufrió anoche una grave derrota política después de que su propio partido, el Likud, votara en contra de la creación de un Estado palestino, a pesar de que Sharon había pedido que la decisión se aplazara para no complicar la posición internacional de Israel. "Respeto cualquier decisión democrática del comité central, pero yo continuaré dirigiendo el país según los principios que he tenido siempre: seguridad para los israelíes y aspiración a la paz", dijo Sharon antes de abandonar la sala entre los silbidos de los presentes.

De esta forma, el comité central, reunido en Tel Aviv, deja a Sharon en minoría tras haber obtenido el 59% de los votos. El primer ministro ha perdido un importante pulso en el seno de su partido frente al ex mandatario, Benjamin Netanyahu, que había exigido un voto "neto" contra la idea del Estado palestino. Esta ha sido la postura del partido desde siempre, pero no la del Gobierno israelí.

Netanyahu reconoció durante su discurso que un Gobierno de un Estado palestino independiente sería eventualmente posible. "Pero un Estado con todos los derechos de un Estado, esto no es posible, no con Arafat, no con otro líder, no hoy ni mañana", dijo el antiguo primer ministro.

La decisión tomada anoche ata de manos al primer ministro Sharon respecto a cualquier negociación con los palestinos en un momento en que estaba sobre la mesa la propuesta de Estados Unidos para llevar a cabo una conferencia internacional este verano que relanzase el proceso de paz.

La votación del Likud también pone de manifiesto la batalla interna entre Sharon y Netanyahu en la que este último intenta ganar el liderazgo del partido derechista de cara a las próximas elecciones generales previstas para el año próximo.

Sharon proclamó en su discurso que un voto de esa naturaleza era un voto "peligroso para el Estado de Israel, ya que complicará los esfuerzos diplomáticos". Netanyahu alegó que para obtener la paz, israel necesitaba el completo control territorial, una zona de exclusión en la que los palestinos tuvieran controlados sus movimientos y la capacidad de disponer o echar al líder palestinn Yasir Arafat. "Lo que está claro es que ahora no podemos alcanzar ningún tipo de solución con los palestinos", recalcó Netanyahu.

El propio Sharon es desde hace tiempo reacio a negociar con el asunto de la creación de un Estado palestino y ha vivido un apoyo popular por parte de muchos israelíes al reaccionar con la fuerza militar y la ocupación de los territorios palestinos a los atentados suicidas y los ataques contra Israel. Ayer volvió a adoptar una posición cercana a la línea dura del partido, aunque finalmente pareció no serlo tanto después de la resolución tomada por el Likud.

La votación del Likud llegó al día siguiente de una reunión sin precedentes entre los tres grandes líderes de la comunidad árabe -Mubarak por Egipto; el príncipe heredero saudí Abdalá, y y el presidente sirio El Assad- en la que se hizo un llamamiento para alcanzar una "paz duradera" con Israel. El negociador jefe palestino, Saeb Erekat, manifestó que la votación del Likud ponía en peligro cualquier esperanza de un acuerdo entre Israel y los palestinos. "Esta guerra no es contra el terror sino para continuar mandando sobre 3,3 millones de palestinos. Lo sucedido es muy peligroso y espero que el mundo entienda ahora con quien estamos negociando", dijo Erekat a la CNN. "¿Cuántos palestinos se levantarán mañana y se dirán: 'no tenemos nada que perder", se preguntó el negociador palestino.

Horas después de que la cúpula del mundo árabe lanzara su mensaje de paz, los dirigentes del movimiento fundamentalista palestino Hamás enviaban desde Gaza una advertencia a Israel de que habrá nuevos ataques suicidas hasta que cesen "las agresiones y masacres" de los israelíes. Ismail Abu Chanab, miembro de la dirección integrista, aseguró ayer a la prensa internacional la determinación de su movimiento de "proseguir la resistencia bajo todas sus formas y todos los medios, en cualquier lugar de la tierra de Palestina". El portavoz de Hamás recalcó que "las operaciones suicidas son una forma particular de resistencia".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de mayo de 2002