Poco más de 24 horas de investigación han servido a la policía para empezar a descartar que un intento de robo fuera el origen del tiroteo que el pasado sábado acabó con las vidas de Ángel Sánchez Pardo, de 52 años, y su hijo mayor, Ángel Sánchez Nieto, de 26, según fuentes de la investigación. Estas fuentes explicaron que la hipótesis que toma fuerza es que una pelea por el negocio de compra y venta de coches al que se dedicaban los fallecidos pudo provocar el doble homicidio. Padre e hijo murieron tras ser tiroteados junto al puente de Praga, en el distrito de Usera.
En el tiroteo resultó herido Ricardo Sánchez, de 23 años, hijo y hermano de los fallecidos. Ricardo recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en el abdomen, que obligaron a extirparle parte del pulmón izquierdo. A las ocho de la tarde de ayer el hospital Gregorio Marañón informó de que seguía recuperándose de las heridas. La policía espera que pronto pueda declarar y dé detalles claves para la investigación. Los fallecidos fueron enterrados ayer en el cementerio de la Contienda, en Valladolid, ante 200 familiares y amigos que no permitieron el acceso a los periodistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de mayo de 2002