Con hambre de sol, así se recibió ayer en el País Vasco a los cielos azules y despejados, a las altas temperaturas, al calor y al sol. No era para menos después de que el mes de mayo se inaugurara con varios días invernales y con lluvia persistente. Fue un domingo cálido y plácido en el que se llenaron parques y playas. Para hoy se esperan de nuevo algunas nubes, pero las temperaturas seguirán en ascenso, en un tiempo más acorde con esta primavera un tanto sorpresiva climatológicamente hablando que se está viviendo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de mayo de 2002