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Cuatro detenidos por un motín en un centro de menores de Melilla

La reyerta se originó a causa de un plan para boicotear las clases

Cuatro internos del centro de reforma de menores Baluarte de San Pedro, en Melilla, fueron anoche detenidos tras un motín. Uno de los arrestados resultó herido leve. En esa institución cumplen condena 20 adolescentes y un mayor de edad que cometió su delito siendo menor. El plan de éste de boicotear las actividades planificadas por los educadores fue el origen del incidente, según las autoridades locales.

Este centro de reforma se creó tras la puesta en marcha de la Ley del Menor y desde sus inicios son constantes los problemas, pero el amotinamiento de ayer tarde "ha sido el más violento", comenta Isabel Quesada, consejera de Bienestar Social de la ciudad autónoma. Un amplio despliegue de policías locales, guardias civiles y policías nacionales, sofocó la reyerta que se produjo entre dos bandas dentro del recinto.

Según las autoridades locales "todo comenzó cuando el mayor de edad dijo que esa tarde se haría un boicot a las actividades planificadas por los educadores, y que nadie acudiría a ellas. Varios de los menores se opusieron porque querían asistir a clase y de pronto, se vieron rodeados por el resto que comenzaron a agredirles". Las mismas fuentes indican que intentaron atacar también a la directora del centro. Cuando los menores vieron llegar a los agentes comenzaron a tirar maceteros, piedras y bolas hechas con el barro de los tiestos a todo el que intentara acercarse. Policías locales y guardias civiles, provistos de cascos antidisturbios, intentaban salvar la cortina de objetos que les lanzaban desde la entrada. Cuando por fin consiguieron acceder detuvieron a cuatro individuos, los supuestos cabecillas. Uno de ellos salía con una herida leve a consecuencia de la pelea mantenida minutos antes.

"Nunca había visto nada parecido. Una situación de violencia que nunca podía haber imaginado. Eran auténticas fieras", comentaba Quesada. "Vamos a pedir una reunión con los jueces y fiscales para que nos den una solución alternativa, ya que esta situación no se puede volver a repetir. La directora esta tarde ha temido por su vida".

También algunos menores (unos son residentes en Melilla y otros inmigrantes) se sienten amenazados y ven cómo continuamente deben hacer lo que les mandan los "jefes" porque si no reciben "palizas", según comentaba un menor que ayer quería asistir como todos los días a sus clases de jardinería.

El Baluarte se encuentra junto a unas dependencias de automovilismo de la Policía Nacional. Con frecuencia los agentes son insultados por los menores, que se suben a la alambrada que rodea el centro. Ayer mismo, cuando la Policía Nacional se marchaba, los niños asomados les gritaban: "Os vais a enterar cuando salgamos de aquí, nos hemos quedado con vuestras caras".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de mayo de 2002