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Un trabajador denunció fallos en la vía donde chocó el tren inglés

Los responsables de los ferrocarriles británicos recibieron hace semanas la advertencia de que había deficiencias en las vías cerca del lugar del accidente ferroviario de Potters Bar (Inglaterra), que el pasado viernes costó la vida a siete personas. Bob Crowe, secretario general del Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transportes (RMT), declaró ayer a la BBC que un empleado expresó su preocupación por el estado de las vías en una carta enviada a sus jefes tres semanas antes del siniestro.

Los sindicatos han rechazado las opiniones del secretario (ministro) de Transportes, Stephen Byers, y de Railtrack, la empresa encargada de la gestión de la red, que han calificado el accidente de caso aislado, y afirman que las vías no son inspeccionadas con la frecuencia necesaria. El RMT pretende que Railtrack ponga fin a la costumbre de subcontratar con otras compañías el mantenimiento de la red.

Según Crowe, uno de los miembros de su sindicato escribió a sus jefes para denunciar que la vía donde ocurrió el accidente no se encontraban en buen estado. 'Nadie le respondió', dijo el líder sindical. 'Ahora está conversando con la Policía de Transportes para explicar lo que dijo'. En declaraciones a la BBC, Crowe calificó de 'escandaloso' considerar los sucedido un incidente aislado. 'Hay que revistar la subcontratación', dijo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de mayo de 2002