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GENTE

PASIÓN FATAL DE UN DIPUTADO POR EL VINO

Peter Brixtofte, diputado y alcalde modelo de una pequeña localidad danesa, se ha visto obligado a presentar su dimisión por haber amado demasiado los buenos vinos a costa del contribuyente. En las elecciones legislativas de noviembre de 2001, el presidente del Partido Liberal, Anders Fogh Rasmussen, actual primer ministro, alabó a este diputado-alcalde, muy popular en la ciudad de Farum, a 30 kilómetros de Copenhague. Brixtofte aparecía como un ejemplo por sus iniciativas liberales y dinámicas, como ofrecer ordenadores a todos los escolares de su ayuntamiento o enviar a los jubilados de vacaciones gratuitas al sol. Pero han bastado unas revelaciones del uso abusivo de los caudales públicos, publicadas por el diario B. T., para que el modelo termine por caer de su pedestal. El alcalde se ha malbaratado millones de coronas en gastos de representación en hoteles y restaurantes, en los que apreciaba especialmente, como profundo conocedor, las grandes cosechas de vino a unas 9.000 coronas (unos 1.200 euros) la botella. Comportándose como 'un rey absoluto', según la oposición, Brixtofte ha dejado el ayuntamiento exangüe y endeudado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002