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OPINIÓN DEL LECTOR

Juan Zarrías: la reflexión profunda

Juan Zarrías, el socialista de la reflexión profunda, se nos ha muerto. ¡Puñetera vida! Con Zarrías se nos ha ido una gran parte del socialismo andaluz, del socialismo español, interpretado de una manera afable, respetuoso con todas las ideas, aunque discrepase; tolerante, humano con todos, a pesar de que la vida fue precaria y dura con él y con los suyos tras la guerra civil española y hasta llegada la democracia.

Cárceles, incomprensiones y destierros no hicieron de él una persona que llevara el rencor y el grito para exponer sus ideales socialistas. Siempre le bastó el uso de la razón para explicar llanamente cómo le asistía la verdad en sus convicciones.

Conocí a Juan Zarrías hace 26 años. Para mí fue muy positivo. De él recibí grandes enseñanzas, políticas y personales. Descubrí, además, a un gran hombre que disfrutaba trabajando por y para los demás. Desde la alcaldía de su pueblo, Cazalilla (Jaén), y desde el Senado, adonde acudía con la cartera repleta de problemas de sus convecinos para resolverlos, siempre estaba próximo a sus semejantes.

Su acción política, junto a otros veteranos socialistas, supo estar al lado de la reconstrucción modernizada del socialismo, de la izquierda dialogante, progresista y reformista.

Juan Zarrías ha muerto. Nos ha dejado para siempre. Pero su enseñanza y su ejemplo quedan con nosotros. Como antes lo hiciera Enrique Tierno Galván y Cándido Méndez Núñez. Tres ejemplos de socialismo y humanidad que, a quien esto escribe, le han marcado mucho y que me han servido para seguir el camino de la justicia y de la paz.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002