El Índice de Precios de Consumo (IPC) de abril, publicado ayer, confirmó que las economías española y andaluza no han abandonado la tendencia inflacionista que iniciaron en 2001. Y también que la estabilidad que se registró en enero y febrero fue un espejismo técnico, que se debió a la decisión del Gobierno de incluir por primera vez el efecto de las rebajas en el sector textil (en la nueva cesta de bienes también aumentó la importancia de móviles o comidas preparadas). En marzo, el fin de las rebajas ya provocó una subida del 0,9% (2,1% en viviendas y calzado) en el IPC andaluz. En abril, el alza de precios en el sector textil fue desmesurada (7,8%) y provocó una inflación mensual del 1,5%.
La evolución de los precios fue muy similar a la registrada el mes pasado en el conjunto del Estado (un 1,4%). La fuerte subida del IPC en abril ha elevado la inflación acumulada en los doce últimos meses al 3,5% (3,6% en España). Además de la recuperación de precios en el textil (ahora a un nivel muy similar al de diciembre de 2001), el IPC de abril reflejó subidas apreciables en bebidas alcohólicas y tabaco (4,4%), transporte (1,6%) y hostelería (1%), los sectores más inflacionistas en estos cuatro meses. Un dato que esgrimió la consejera de Economía, Magdalena Álvarez, para calificar al Gobierno de 'primer agente inflacionista' por crear o subir impuestos indirectos, como el de hidrocarburos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002