La empresa Industrial Aragonès, con sede en Pineda de Mar (Maresme) y dedicada a la confección de ropa de baño, pijamas y lencería, ha presentado un plan de viabilidad para reconducir la difícil situación económica que está atravesando. El plan se presentó el pasado lunes por la noche al comité de empresa y prevé la propuesta de despedir a 120 de los 240 trabajadores que tiene en plantilla.
La empresa quiere realizar 80 despidos de trabajadores de las dos naves de Pineda, dedicadas a almacén, contabilidad y diseño, y los 40 restantes de la planta de Amer (Selva), que realiza exclusivamente tareas de confección y que acabará cerrando sus puertas. 'Las circunstancias son realmente adversas y lo que queremos es garantizar la continuidad de la empresa para poder seguir trabajando en un futuro cada vez más competitivo y complicado', justificaba ayer Pere Aragonès, propietario de la empresa.
'El problema', reconoce el empresario, 'es que tenemos que luchar contra la difícil situación que vive desde hace tiempo el sector textil y contra unas políticas liberalizadoras de la Unión Europea que obligan, inevitablemente, a una mayor especialización, a una flexibilidad en la plantilla que ahora mismo nosotros no tenemos y a la adopción de unos costes muy bajos para competir con productos que vienen de otros países a precios reventados'.
Para intentar frenar las pérdidas hace dos años que la empresa decidió abrirse al extranjero y poner en funcionamiento una planta en Tánger, Marruecos, que, según el plan de viabilidad presentado al comité de empresa, no se verá afectada por el recorte de puestos de trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002