Diego Placente, lateral izquierdo, de 25 años y larga melena lacia, es de la quinta de Malaisia 97. Es decir, la selección argentina sub 20 que maravilló en aquel Campeonato del Mundo en 1997. Y que ha dado al mundo una generación maravillosa de futbolistas: Pablito Aimar, Riquelme, Samuel... 'Eso ha sido lo mejor que me pasó en el fútbol: no solamente por el gran equipo que formamos, sino por el grupo de amigos que hicimos'. Placente se expresa con facilidad, tiene estudios secundarios, y es pequeño, delgado y aparentemente enclenque, con una cabellera en la que parece esconder su secreto. Toda esa debilidad física la suple con inteligencia y con un criterio muy argentino en la salida del balón. Luis Figo tendrá hoy un bello duelo con este lateral bonaerense.
El padre de Diego Placente, que vino a verlo la semana pasada a Leverkusen, lucía un chándal rojo del equipo de su hijo. Y como no entendía nada de alemán, charló con los periodistas españoles, y se disculpó por no conocer apenas a los compañeros de Diego. 'Perdone, pero sólo conozco a algunos. Si es que en Argentina sólo dan los partidos de España y de Italia'. Después contó, orgulloso, que su hijo entró a los 11 años en la reputada cantera de Argentinos Juniors, donde salieron Maradona y Redondo.
Luego, Placente dio el salto a River Plate, donde pasó tres años. Y eso marca. 'Después de River, sólo puedes ir a algún club con aspiraciones. Por eso acepté la oferta del Leverkusen , porque tuve otras ofertas de equipos de España, pero que no eran punteros '. Los comienzos fueron duros. 'Me costó adaptarme. Por el frío, por el idioma, y porque acá no se juega tan corto y no se ata la pelota. Además, el equipo no estaba unido. Había muchas discusiones', explica el lateral izquierdo argentino, que añade: 'Nos vino muy bien que llegara Toppmöller. Unificó el grupo. Tiene personalidad ganadora y le encantan los jugadores técnicos para tener la pelota. Parece un jugador más: no es frío y eso viene muy bien al grupo. Si ganamos la Copa, se la dedicaremos a él'.
Superioridad física
Toppmöller asegura que el Leverkusen es superior físicamente al Madrid, pero tampoco se trata de un conjunto muy alemán. Abundan los bajitos (Bastürk, Placente, Schneider,...), y eso les ha traído algunos problemas. 'Sufrimos bastante a pelota parada, pero ganamos en juego. Yo, en particular, he tenido dificultades con los extremos muy fuertes, pero ya he aprendido a marcarlos. Conozco a Figo por la televisión. Es muy bueno con las dos piernas, pero sé cómo juega y creo que podré pararlo'. Eso sí, Placente advierte de que el Bayer no va a esperar esta noche las acometidas del Madrid. 'Acá vamos al ataque como locos. Somos muy arriesgados. Y eso a mí me sorprendió mucho. Muchas veces jugamos con tres defensas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002