Rusia fundó ayer en Moscú un nuevo bloque militar regional con otros cinco países de la antigua URSS, en lo que parece ser una respuesta a la inminente expansión de la OTAN en Estonia, Letonia y Lituania, tres ex repúblicas soviéticas. Es significativo que el Kremlin eligiera el día en que el ministro de Exteriores, Ígor Ivanov, participaba en la reunión de la OTAN de Reikiavik para crear la Organización del Tratado de Seguridad Colectivo (OTSC). Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Rusia forman parte de este nuevo bloque, que ya ha sido calificado como 'nuevo Pacto de Varsovia'.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que el nuevo organismo que encabeza 'no está dirigido contra nadie en concreto, sino contra la amenaza que hoy enfrenta el mundo', es decir, contra el terrorismo internacional. Con ello, Putin respondía indirectamente a los que interpretan el nacimiento del nuevo bloque como una respuesta a la OTAN y da entender que ambas organizaciones deben ser aliadas. Pero el líder ruso también puede ahora presentar la OTSC a los halcones militares como una prueba de que Rusia no se ha vendido a Occidente, al tiempo que reafirma sus intereses en Asia central, donde ha perdido influencia después del 11-S debido a la presencia estadounidense en los países de la zona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002