La obtención de ventajas desleales por medio de sobornos, presiones comerciales o diplomáticas y de ayuda extranjera condicionada a los países en vías de desarrollo es una práctica relativamente común por parte de las empresas españolas y de otros 20 países, que concentran el 60% de la inversión extranjera en las llamadas economías emergentes, según el informe hecho público ayer por la organización Transparency International.
Las empresas españolas, que, con un 5,8 sobre 10, se sitúan en el undécimo puesto de la calsificación de limpieza, por encima de Francia, Italia y EE UU, pero por debajo del Reino Unido y Alemania, son ampliamente sobrepasadas por las de Rusia, China, Taiwan y Corea del Sur, consideradas las más corruptas de los 21 países investigados. Las empresas de Australia, Suecia y Suiza son, según la clasificación, las que menos incurren en prácticas desleales, siendo los sectores de la construcción y de armamento los más propensos al soborno y la agricultura el sector menos afectado.
Para la elaboración del informe Gallup International Association ha encuestado a 835 ejecutivos y representantes de cámaras de comercio y bancos de 15 países con economías emergentes, realizadas entre diciembre de 2001 y marzo de 2002.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002