La costa granadina mantiene desde hace varias décadas una fuerte lucha por conseguir el despegue de sus dos sectores productivos más fuertes: el turismo y la agricultura. Un estudio de la Caja de Granada revela que la explotación agrícola tiene mayores perspectivas de futuro, siempre que se mantenga un control medioambiental para no perjudicar el turismo como fuente de riqueza complementaria.
La actividad turística de la zona costera de la provincia de Granada se ha alejado mucho de la búsqueda de visitantes con alto poder adquisitivo. El responsable del estudio económico en el que han participado la Caja de Granada, el Ministerio de Trabajo, la Junta de Andalucía y la Diputación, Francisco Martín Vargas, expuso ayer que 'el turismo granadino cae en fórmulas, como el turismo rural, que no son soluciones efectivas para la zona'. La escasez de suelo supone una rivalidad entre el turismo y la agricultura. En los últimos años se está poniendo de relieve que 'el sector agrario está ganando la batalla', mientras que el turismo no ha dejado de ser complementario.
A pesar de los buenos resultados económicos que tiene la costa granadina, el estudio indica que hay 'graves carencias' que se deben solucionar para dar estabilidad a la actividad productiva.
Junto al área metropolitana de Granada, la costa es la zona más pujante de la provincia, a pesar de los 'graves problemas de infraestructuras viarias o de abastecimiento de aguas' que padece. El estudio alerta de la necesidad 'inaplazable' de terminar la autovía de Granada a Motril y el tramo de Nerja a Adra. 'De lo contrario se estará coartando cualquier iniciativa empresarial que, ante la dificultad de dar salida a sus productos, busca otros destinos'.
Pero al margen de las carencias que las administraciones se tienen que hacer cargo de subsanar, existen otros problemas de falta de comercialización que redundan en la existencia de una economía pujante pero frágil. En la costa granadina hay explotaciones agrarias como la de productos subtropicales o los hortofrutícolas en invernaderos que con una buena estrategia de comercialización podrían dominar parte del mercado internacional. En Andalucía casi el 100% de la producción de frutos como el aguacate o la chirimoya se da en esta zona costera. Se ha conseguido ya una posición predominante en Europa.
El estudio alerta, sin embargo, sobre la 'falta de unidad y de criterios en los exportadores de la costa', que ha permitido la entrada al mercado de productos de países competidores como México, Israel y Sudáfrica. 'En la costa granadina no se controla la comercializacìón de los productos ni la investigación ni la tecnología', indicó Martín Vargas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de mayo de 2002