El título de 'el peor director de todos los tiempos' le ha valido a Ed Wood (Nueva York, 1924-1978) una larga lista de incondicionales admiradores. La película que en 1994 estrenó Tim Burton dedicada a la figura de este excéntrico cineasta le sacó del trono de los directores malditos para convertirlo en un personaje popular, en la metáfora de una manera de entender el cine y la vida.
Las novelas La drag asesina y Muerte de un travesti (que ahora publica en España Punto de Lectura) recuperan el mundo de este singular creador. En La drag asesina, Ed Wood narra la historia de un asesino a sueldo que se convierte en Glenda cuando llega el momento de matar. Glenda, que quiere dejar de ser asesina, se cruza en su camino con feriantes, prostitutas y policías locales. Muerte de un travesti continúa la historia de Glen/Glenda, que, enfrentada a sus últimas horas antes de ser ejecutada en la silla eléctrica, pide la oportunidad de contar, sin censuras, la historia de su vida a cambio de que le dejen morir como lo que es: una drag queen.
Wood, aficionado a vestirse de mujer durante los rodajes, luchó en la Segunda Guerra Mundial, y, tras su regreso, sin formación alguna, empezó su carrera como cineasta. De fracaso en fracaso, el incansable director logró que su película Plan 9 del espacio exterior fuera considerada la peor de la historia del cine.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de mayo de 2002