Quiero denunciar la falsedad de las palabras de la ministra de Educación, señora Pilar del Castillo, cuando a comienzos del presente curso académico universitario (¡octubre de 2001!) anunció que las becas generales de movilidad garantizarían la posibilidad de desplazamiento y residencia a los estudiantes universitarios cuyos centros no pertenezcan a su propia comunidad autónoma. A fecha de hoy (13 de mayo de 2002), los estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid posibles beneficiarios de becas de nueva adjudicación todavía no tenemos siquiera información de si se nos ha concedido beca alguna. Hablamos incluso de personas, como es mi caso, que esperan recibir una beca de movilidad, que dependen de ese dinero para poder no sólo estudiar, sino pagar transporte público, manutención, etcétera, y todo ello con vistas al desarrollo de un año académico que comenzó en ocubre de 2001 y acaba en junio de 2002.
¡Hay estudiantes que han tenido que abandonar su carrera al no tener dinero aun para subsistir sólo por la dejadez del Ministerio! ¿De qué nos sirve que nos concedan la beca cuando ya ha acabado el curso para el que se supone que la misma estaba destinada? Con este modo de actuar, el Ministerio erosiona sin piedad el espíritu de igualdad de oportunidades en la educación superior a cuyo fin sirven las becas; ¿es incompetencia o es la intención de este Gobierno que la enseñanza universitaria sea de nuevo un privilegio de las clases altas?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de mayo de 2002