El Ayuntamiento de Castelldefels y la sociedad Aguas de Barcelona (Agbar) han acordado instalar en el municipio unas 48 nuevas bocas de incendio ya que la escasez de estas instalaciones en una gran parte del casco urbano, especialmente las urbanizaciones y las áreas que limitan con el área de bosque, es preocupante. Se establecerán como prioritarias las zonas de mayor riesgo, como la franja urbana que limita con el parque natural del Garraf, y las urbanizaciones con una elevada frondosidad de pinos, como Bellamar o La Pineda. Las bocas, de 100 milímetros de diámetro, permitirán a los camiones cuba de los bomberos, que actúan también como bomba, un carga rápida de agua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de mayo de 2002