Un nuevo tramo de la autovía central, que une Valencia y Alicante por el interior, quedó ayer abierto al público: el tramo Castalla-Ibi, que evita el paso de vehículos por esta última población. Esta variante, de 22,5 kilómetros, acorta en unos 20 minutos el trayecto y ha supuesto una inversión de 60,62 millones de euros. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, garantizó en la inauguración la próxima licitación de los tramos pendientes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de mayo de 2002