El pasado miércoles 15 de mayo tuve la oportunidad de asistir, en el teatro López de Ayala de Badajoz, a la première de la película Escuela viva. Un maravilloso largometraje documental que narra la experiencia pedagógica que se desarrolló en la década de los setenta en un pueblo de la 'Siberia extremeña': Orellana la Vieja. Y que tuvo como mentor a un hombre de mente exenta: el maestro Francisco Fernández.
'Paco el de Orellana', como cariñosamente se le conoce, fue un visionario de la LOGSE (lo comentaba en la película Eusebio Medina, uno de sus alumnos más preclaros: 'Escuela viva fue la avanzadilla de la educación transversal en valores -solidaridad, tolerancia, ayuda mutua, igualdad...-, allí se impartía lo que 25 años después, ya en democracia, se recogería en una ley'); en la Escuela viva se daba más importancia al desarrollo integral de la persona que a los contenidos meramente memorísticos (como sucede muchas veces, la sociedad va por delante de la ley).
A pesar de que la película cuenta con una pequeña subvención del Ministerio de Cultura y de la Junta de Extremadura, dudamos mucho de que pueda gozar de una buena distribución cinematográfica. Por todo ello, desde estas páginas (plurales) sugerimos la posibilidad de que Escuela viva esté presente en las videotecas de los centros de enseñanza -tanto de primaria como de secundaria- y, sobre todo, en las facultades de Ciencias de la Educación y Pedagogía de toda España (es una forma más de seguir alimentando la utopía).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de mayo de 2002