Lentamente, las bajas temperaturas de semanas pasadas van dando paso a una gradual subida de los termómetros. Ayer, festivo en Barcelona y en algunas localidades catalanas, con las temperaturas ganando grados, las numerosas gentes deseosas de sol y playa pudieron empezar a realizar sus deseos de broncearse para llegar en condiciones al verano. Playas llenas y largas y desesperantes retenciones en las autopistas y en las carreteras de acceso a Barcelona fueron dos constantes, preludio de un verano que presagia playas y carreteras abarrotadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de mayo de 2002