El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, aseguró ayer que no está prevista la adopción por parte de las autoridades de Bruselas de 'medidas especiales' para ayudar al grupo automovilístico italiano Fiat, que atraviesa por una grave situación económica por el descenso de ventas y las inciertas perspectivas del sector, muy sensible a la situación económica y a las expectativas de recuperación.
'En el pasado, muchos sectores han tenido que redimensionarse o transformarse, y el automóvil es uno de esos sectores. Naturalmente, adoptaremos las medidas necesarias para acompañar la transformación pero no para frenarla o ralentizarla', afirmó Prodi.
El grupo Fiat anunció la pasada semana la supresión de unos 3.000 puestos de trabajo en sus centros de fabricación en Italia, correspondientes principalmente a su división automovilística Fiat Auto.
Los sindicatos italianos temen que, en realidad, esta cifra adelantada por el constructor de automóviles pueda elevarse hasta un total de 12.000 empleos, lo que supondría un duro golpe para el conjunto del sector y, en especial, para las localidades del país donde se ubican las factorías afectadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de mayo de 2002