El Pamesa está arrinconado. Sólo le queda la esperanza del embrujo que ejerce la Fonteta en sus partidos contra el Tau y soñar con un partido de desempate, aunque en Vitoria. La eliminatoria, que gana el Baskonia por 2-1, subió de nivel en el tercer partido. No sólo en temperatura, a causa de unas declaraciones de Luis Casimiro la víspera, al calificar de 'marrullero' al equipo de Ivanovic. En la pista, los jugadores hablaron con más tino. Empezaron los 'pívots', todos, el valor más seguro tanto del Pamesa como del Tau. Lo tienen tan claro sus entrenadores que hubo consigna de tapar el juego interior a toda costa. Y, claro, cuando se tapa una fuga suele aparecer otra. Así que aparecieron los francotiradores, la magia. Siete triples se anotaron en los primeros ocho minutos. En el Tau hubo más y mejor acierto (un 80%), además del elemento sorpresa de la eliminatoria, Hugo Sconochini, un jugador orquesta. Gracias a él, el Baskonia tomó una ventaja (27-15 al final del primer cuarto) que ya no soltaría.
TAU CERÁMICA 87| PAMESA 71
Tau: Bennett (5), Foirest (17), Sconochini (11), Tomasevic (18), Oberto (6); Scola (20), Nocioni (10), Corchiani, Vidal y Gabriel Fernández. Pamesa: Rodilla (11) Abbio (3), Paraíso (15) , Hopkins (10), Alston (14); Luengo (11), Elson (6) y Millera (1) Árbitros: Arteaga, García Ortiz y Pérez Pérez. Eliminaron por faltas a Scola (m. 38). 7.900 personas en el Fernando Buesa Arena.
El Pamesa no se rindió. Echó mano de su mejor organizador, Millera, y de la mano inconstante de Paraíso. Pero no pudo. Tanto Tau como Pamesa no ven el aro tan grande fuera de sus respectivas canchas como en la propia. El viernes apuntarán a los aros de Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de mayo de 2002