Al gurriato (así se llama a los de San Lorenzo), que es muy suyo, esta noticia no le ha cogido por sorpresa.
Se ha esperado a plantar el último pino -del que se dio cumplida información- en la ladera oriental del monte Abantos, para informar de la edificación del Prado de la Era. Aquel verano de 1999, ante las dimensiones que adquirió la catástrofe -450 hectáreas de bosque y 35.000 árboles quemados-, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, se curó en salud pidiendo a la Consejería de Medio Ambiente el pertinente informe, con carácter de urgencia, en el que se aconsejaba no urbanizar la zona.
Tres años después, se aconseja, como mal menor, todo lo contrario: a la postre, se va a construir en un prado se dice desde Medio Ambiente. Para que no haya duda alguna, el propio alcalde de San Lorenzo de El Escorial ha manifestado en este mismo medio (EL PAÍS, 8 de mayo de 2002) que 'es la última recalificación que hacemos'. Unas líneas más abajo, aclara que 'para conseguir más suelo urbanizable nos meteríamos hacia la parte superior de Abantos'; porque, como también explica: 'No existe más suelo para edificar en San Lorenzo. Lo corrobora el PSOE, afirmando -en la misma información del 8-5-2002- 'que no existe más suelo para edificar porque el Ayuntamiento ha vendido incluso los suelos de uso dotacional'.
Al gurriato, que no tiene un pelo de tonto, al margen de la política, lo que le preocupa, ya puestos, es poder hacerse con una vivienda a precio asequible; porque en este pueblo se han comido la gallina de los huevos de oro, y los precios están por las nubes. Y se preguntan si dentro de otros tres años se diga que lo más aconsejable sea urbanizar Abantos. Y, así, el Guadarrama.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de mayo de 2002