Entre la estupefacción y el cabreo ha leído la entrevista de lehendakari aparecida el domingo en varios medios. No por esperada resulta menos dolorosa la comprobación de lo poco que le importamos a este señor los vascos no nacionalistas. Para el señor Ibarretxe el pueblo vasco es abrumadoramente nacionalista, cuando en las últimas elecciones quedó meridianamente claro que la mitad de la población vasca no lo es. Los vascos, nacionalistas y no nacionalistas, llevamos 25 años decidiendo nuestro futuro elección tras elección. Bien es verdad que cada vez es más difícil para algunos expresarse en libertad.
Nadie ha solicitado una consulta, referéndum, pregunta o lo que diablos sea sobre la autodeterminación, salvo los nacionalistas. Quizás sea a ellos a los que el lehendakari deba preguntar. Los demás ya estamos autodeterminados, gracias. Aunque actualmente esté a partir un piñón con IU-EB, el PNV es un partido tradicionalista y de derechas de toda la vida. Por cierto, ¿en qué lejano país querrá el señor Madrazo contribuir al giro social que anunciaba cuando entró en el Gobierno vasco?
Finalmente dice el lehendakari que no se atreve a sospechar que la ley de Partidos sea una estrategia del PP para eliminar votos nacionalistas. Pues bien, muchos sospechamos, bastante fundadamente, que la estrategia del PNV le permite vivir y medrar con tranquilidad en un país en el que los adversarios políticos son exterminados, o sea asesinados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de mayo de 2002