La celebración, el lunes, del día de Pentecostés en Francia, que acarrea el cierre de las fronteras y la prohibición de paso de vehículos, originó ayer retenciones de hasta siete kilómetros de longitud. Las colas de vehículos no desaparecieron hasta las dos de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de mayo de 2002