El Departamento de Enseñanza ha reorganizado las materias específicas. En el caso de las matemáticas esto se ha concretado en un aumento de los contenidos que deben trabajarse en la asignatura de los bachilleratos científico-tecnológicos incorporando la estadística, que era independiente, y otras materias sin suprimir ningún contenido, mientras que en las matemáticas aplicadas a las ciencias sociales se incorpora la estadística anulando una parte de la materia que se cursaba en la actualidad. Y todo ello lo hace manteniendo en ambas asignaturas el mismo número de tres horas lectivas por curso.
No es difícil entender que si ya ahora los programas de las materias de matemáticas en el bachillerato estaban apretados, ahora lo estarán más. ¿Qué tenemos que hacer? Si aplicamos el programa tendremos que llevar un ritmo de clase que previsiblemente sólo podrán seguir unos pocos alumnos; y esto significará un aumento importante en el número de suspensos en la materia. ¿Es esto lo que quiere Enseñanza? ¿Por qué en el resto del país se sigue el mismo programa con cuatro horas lectivas semanales por curso? Desgraciadamente, el resultado ya puede anticiparse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de mayo de 2002