El juzgado de Aoiz ha archivado la causa sobre la desaparición de 225 kilos de hachís que la Guardia Civil custodiaba en la aduana de Imárcoain, junto a Pamplona. El robo fue descubierto por agentes del área de Sanidad de la Delegación del Gobierno en Navarra el 1 de junio pasado. La investigación abierta por el propio instituto armado no ha aportado, un año después, ninguna pista sobre el autor o autores del robo. Se sigue desconociendo incluso cuándo desaparecieron los fardos, correspondientes a alijos incautados entre 1990 y 1999.
Los ladrones, cuyo botín ascendió a 1,2 millones de euros, no forzaron ni puertas ni ventanas. El robo sacó a la luz enormes deficiencias en la custodia de las drogas incautadas en Navarra, como que se acumulaban en sacos fuera de los armarios blindados o que la cámara de vídeo de control no grababa imágenes.
La investigación se extendió también a los agentes del instituto armado encargados de la custodia de los estupefacientes, que tenían un fácil acceso al recinto. Un año después, la droga sigue sin aparecer y la sala en que se guardaba, sin blindar, aunque un nuevo sistema de vídeo y cámaras de infrarrojos controlan el acceso al lugar y se han instalado más armarios blindados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de mayo de 2002