Con una original subasta de palabras presentó ayer en Bilbao Màrius Serra su libro Verbalia.com (Ediciones Península), una propuesta que continúa la senda abierta por el primer Verbalia, aunque esta vez de manera más lúdica. Jugar, leer, tal vez escribir es el subtítulo de esta nueva entrega de ese país imaginario (y tan real) que es el reino de las palabras, Verbalia, un lugar donde sus habitantes se denominan verbívoros.
Ese subtítulo concreta el objetivo de la obra y define sus tres partes. Si en Verbalia, Màrius Serra creaba una exhaustiva guía de artificios del lenguaje, esta vez se centra en su parte lúdica y propone un libro interactivo, donde lo importante es jugar, participar. De ahí ese .com que implica directamente al lector.
'La primera parte se centra en los juegos de palabras, como los crucigramas. La segunda parte se centra en manipular textos conocidos, son juegos más literarios. El final del subtítulo, ese tal vez escribir, lleva a 49 propuestas de escritura condicionada', explica Serra. Con esta segunda incursión lúdico-lingüística, el autor catalán vuelve a reivindicar el lenguaje. 'Estamos en un momento de gran desverbalización de las lenguas porque vivimos en una cultura de la imagen', afirma.
¿Y en qué consistía esa subasta con la que Serra introducía su obra? El escritor llegó a Bilbao portando una banda magnética y su correspondiente juego de letras metálicas (por los que tuvo que dar bastantes explicaciones a los encargados de seguridad del aeropuerto de Barcelona). Se comienza con una palabra breve, y los asistentes deben ir creando nuevas palabras a partir de ella añadiendo una sola letra cada vez. Al final, cuando se escuche la voz de Serra cantando el 'a la una, a las dos..., adjudicado', el autor extenderá un certificado de autentificación 'por el que esa palabra pertenece a quien ha pujado por ella en el reino de Verbalia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de mayo de 2002