Barcelona está a punto de perder un edificio modernista, que data de 1910, catalogado, y teóricamente protegido. Está en la calle de Alí Bei, número 29, una zona muy cotizada. Después de muchos años de dejadez en manos de un propietario 'inversor', hace casi 18 meses alguien originó un incendio en el sótano del inmueble, lo que, unido al estado en que se encontraba, provocó el derrumbe de una parte de la fachada posterior, lo que puso en peligro las vidas de los inquilinos y bomberos, y dejó a los primeros en la calle.
Ahora la casa se ha vendido a una sociedad de reciente creación, que sólo quiere especular con el valor del terreno. Quieren que el Ayuntamiento lo declare en ruina para que otros puedan derribarlo y construir algo más rentable.
Así, los vecinos, gente mayor, pierden sus hogares y sus derechos, y Barcelona pierde un edificio singular. Estamos festejando el Año Gaudí; pero si quieren ver la obra de su contemporáneo, tendrán que darse prisa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 2002