El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, advirtió ayer de que si la reforma de la protección por desempleo 'no defiende los intereses de los ciudadanos' e invade competencias de la Generalitat, CiU 'tendrá que votar en contra' de la ley en el Congreso. Pujol anunció que su grupo parlamentario intentará negociar con el PP cuestiones como la distancia mínima a la que un parado está obligado a aceptar un empleo y dijo que no está de acuerdo con que se obligue a aceptar un puesto de trabajo.
En Sevilla, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, aseguró que el decretazo es 'un acto de soberbia. No sé si me voy a pasar un poco, pero me parece un acto de chulería de un gobernante que se va y dice 'ahí queda eso'. Chaves añadió que 'la ruptura del diálogo social con un acto unilateral es una mala señal del funcionamiento de la democracia', que, a su juicio, da 'aún más legitimidad' a los sindicatos. El presidente andaluz apostilló que 'un Gobierno está para arreglar las cosas y no para empeorarlas y provocar a los sindicatos'.
El secretario general del Partido Andalucista, Antonio Ortega, afirmó que el decreto es una 'chulería y un error de prepotencia' del presidente del Gobierno, José María Aznar. Ortega aseguró que Aznar 'no ha dejado otra salida' con su actitud.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale), José María Antona, defendió en Salamanca la reforma del desempleo para mejorar un mercado laboral donde 'sigue habiendo malos trabajadores y vagos'. Antona consideró que con la imposición del decreto, el Gobierno 'ha asumido su responsabilidad'.
El parlamentario del PNV José Antonio Rubalcaba aseguró que la doble convocatoria de huelga general en el País Vasco 'es una barbaridad y una aberración', y abogó por aceptar la opinión de ELA y LAB, quienes han convocado a la huelga un día antes. Igualmente, EA consideró que sería 'un buen gesto por parte de CC OO y UGT aceptar que el día 19 fuese la huelga' en Euskadi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 2002