La madrugada del 26 de enero mi hermano tuvo un gravísimo accidente de tráfico en la M-30, incendiándose el coche que conducía y sufriendo quemaduras en la mayor parte de su cuerpo e importantísimas lesiones como consecuencia del golpe. Rápidamente fue atendido allí mismo por los bomberos y por el Samur, que le trasladó al hospital La Paz. Aunque ahora queda un largo y duro camino, hoy, tras casi cuatro meses de ingreso, le han dado el alta.
Si esto ha sido posible es gracias a todas las personas que le ayudaron, y el motivo de esta carta es ése: dar las gracias, en pri-mer lugar, a la persona anónima que desde su teléfono llamó a los bomberos para dar aviso del accidente; gracias a los bomberos y al Samur, que le atendieron en el mismo lugar del accidente, y gracias a todo el equipo de la unidad de quemados del hospital La Paz, que han hecho posible que hoy podamos celebrar su vuelta a casa.
Por último, sirva este caso para resaltar la importancia de dar aviso de un accidente a los servicios de emergencia, ya que unos segundos pueden ser vitales para salvar una vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 2002