Mientras la Casa de Campo recibe dinero del Fondo de Cohesión Europea, supongo que con cargo a un capítulo bien definido, la preservación del medio ambiente, el Ayuntamiento de Madrid autoriza en el corazón del parque astracanadas como ese campeonato mundial de mountain bike ocurrido el pasado fin de semana que, al margen de la agresión a la fauna y a la flora del lugar que semejante prueba supone en sí misma, como ya han denunciado los grupos ecologistas, lo han convertido durante tres días en un inmenso aparcamiento. Como si no hubiera bastante con el tránsito diario de miles de vehículos por sus caminos interiores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 2002