"Rosa torera, Armilla te espera". Al grito de este lema un millar de personas de la localidad granadina se consolaban anoche por la derrota en Eurovisión de su estrella local. A pesar de la decepción del primer momento, se encendieron los fuegos artificiales preparados para festejar la victoria, se vitoreó su nombre hasta que algunas gargantas quedaron exhaustas y se bailó con el Europe's living a celebration hasta altas horas de la noche en la plaza del Ayuntamiento, donde los vecinos del pueblo se reunieron para compartir los nervios.
La gala organizada para ver el festival estuvo plagada de problemas técnicos. El más grave, cuando la actuación de Rosa -una de las primeras de la noche- se hizo imperceptible en las pantallas colocadas para conectar con la retransmisión. Como aliciente complementario el Ayuntamiento preparó una serie de actuaciones en la misma plaza. Tallin quedaba muy lejos, tanto por los problemas de sonido como de imagen.
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Desde hace varios años el Ayuntamiento de Armilla organiza su propio festival, en el que actúan artistas locales que aprenden a perder el miedo al micrófono. Armillísimos es el nombre de este encuentro anual. Rosa quiso subirse a ese escenario en una ocasión pero llegó tarde a la inscripción. La decepción del momento tuvo su recompensa ayer. Una selección de esos talentos locales asiduos al festival de su pueblo bailaron y cantaron.
Los nervios y la expectación eran tangibles desde primera hora de la mañana en Armilla.
"Se equivocará la muchacha?"
"No puede ser, ¿no ves que tiene la letra muy sabida ya?"
"Ojalá, para eso he rezado toda la semana".
Esta conversación de ayer entre dos clientes de una panadería fue seguramente el reflejo de la preocupación de cientos de vecinos de este pueblo que vivió ayer Eurovisión como un día lleno de inquietud.
Rosa no se equivocó, lo que no impidió la derrota. Sin embargo, a sus paisanos no les pareció una tragedia. "Para Armilla, Rosa ha triunfado", era una de las frases más oídas. "Aunque haya perdido, seguiremos bailando y bebiendo hasta altas horas de la noche para celebrar esta ocasión tan especial", comentaba ayer el concejal de Fiestas, José Pérez Flores. El fuerte calor de ayer frenó a los armilleros a la hora de concentrarse desde temprano en la plaza del Ayuntamiento. Salvo algunos curiosos, los incondicionales de su club de seguidores y los encargados de la instalación y mantenimiento de los equipos, los demás vecinos prefirieron esperar hasta poco antes del comienzo del festival para acercarse a la plaza a compartir con los demás la expectación.
Armilla es una localidad separada de la capital granadina por apenas tres kilómetros. Esta circunstancia hizo que ayer se mezclaran en el pueblo muchas personas procedentes de Granada donde se ha adoptado a Rosa desde su entrada en la academia de Operación Triunfo.
En el Palacio de Deportes de la capital es donde se concentraron ayer la mayor parte de los granadinos que pudieron hacerse con una entrada para ver la actuación de los compañeros de Rosa que no han viajado con ella a la capital de Estonia. Allí se reunieron cientos de personas desde primera hora de la mañana para intentar coger los mejores sitios en la gala retransmitida por Televisión Española.
El festival de Eurovisión coincidió en Granada con la inauguración de la feria y fue la propia Rosa la que encendió de forma simbólica, mediante una llamada de teléfono, las luces de la portada del recinto, donde aguardaban miles de granadinos para comenzar la fiesta, a pesar de no haber obtenido la victoria que todo el mundo esperaba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 2002