El departamento de estudios y análisis sociológicos del PP echa humo por la acumulación de trabajo y por la sorprendente descoordinación a la hora de encargar encuestas. Los dirigentes nacionales del PP hace tiempo que reservaron en sus presupuestos una partida de más de 600.000 euros para realizar sondeos, que fijaron en esta primavera para tomar como referencia el año que falta hasta la cita con las urnas autonómicas y municipales. La dirección del PP está interesada, sobre todo, en indagar sobre la situación política en las comunidades donde no gobiernan y en una docena de capitales en riesgo.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) programó, por su parte, una batida de encuestas también para este mes de mayo en todas las comunidades autónomas, que serán presentadas públicamente antes del verano. Y algunos de los principales barones territoriales del PP, por su parte, decidieron adelantarse a la organización nacional, al conocer sus intenciones, y abonaron sus propios sondeos hace unos meses. Ese desenfreno amenaza con desbocarse aún más en el año que falta hasta esos comicios, que coincide además con el periodo en el que se resolverá el enigma del sucesor de José María Aznar.
Fuentes de la dirección del PP apuntaron, en este sentido, que han resuelto no incluir por ahora preguntas sobre la sucesión de Aznar o las posibilidades de los principales aspirantes (Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja o Mariano Rajoy) para "no complicar más ese lío".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de mayo de 2002