El volumen de contratación de esta jornada con 799,07 millones de euros, fue el mínimo de este ejercicio y de los últimos nueve meses y puso en evidencia el interés de la inversión autóctona por la renta variable en la actual coyuntura. La festividad en Estados Unidos, el Memorial Day, frenó el flujo externo de capitales y dejó la bolsa española a la deriva, aunque ello favoreció la actuación de los cuidadores de los valores y al final el resultado global resultó positivo.
El Ibex 35 ganó el 0,54% y el índice general de Madrid el 0,46%, dos avances que no significaron nada al quedar el índice selectivo por debajo del nivel de los 8.000 puntos, una referencia que empieza a tenerse muy en cuenta a la hora de asomarse por el mercado.
Lo único destacable en esta sesión era el 1,09% que ganaba la Bolsa de Francfort poco antes del cierre. La razón de esa subida era el anuncio de Deutsche Telekom del despido del 8% de su plantilla,lo cual indudablemente mejorará sus cuentas a medio plazo aunque deje fuera del circuito del consumo a más de 23.000 familias, algo que afectará sin duda a la confianza de los alemanes respecto de las ventajas de la recuperación económica a ese precio.
En el mercado español hubo de todo, sin que los inversores pararan en medias tintas. Los valores que más subían y que más bajaban fueron Jazztel y Avánzit, ambos con más del 8% de oscilación en su cotización y con serios problemas financieros en proceso de negociación.
Las 10 mayores empresas de la bolsa española acapararon más de dos tercios del total negociado en la sesión, lo que demuestra una vez más que sólo los valores con mayor liquidez sobreviven en este mercado y que ello es gracias al arbitraje con el mercado de futuros. La Bolsa de París ganó el 0,54% y Londres perdió el 0,63%, dos muestras más de la falta de orientación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de mayo de 2002