Huelga indefinida de autobuses. Las cuatro horas de reunión celebradas ayer entre el comité de empresa de los conductores y Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) con la Generalitat como mediadora no sirvieron para evitar la huelga. Tras cuatro reuniones de mediación, ambas partes se mantienen firmes en sus posturas y la negociación sobre el convenio se encuentra estancada en la discusión sobre el incremento del salario base: los trabajadores solicitan un aumento mínimo del 20% y TMB ofrece el 3,25%. Ante esta situación y el rechazo por parte de los trabajadores del arbitraje propuesto por la Generalitat, TMB manifestó ayer que considera la posibilidad de "comenzar a pensar en un arbitraje obligatorio" por parte de las autoridades.
A la salida de la reunión de mediación, el comité de empresa y TMB se acusaron mutuamente de mostrarse inamovibles en sus posturas. El presidente del comité de empresa, José Antonio Muñoz, afirmó que "TMB no vino con nada nuevo y sólo ha ofrecido un aumento de 679 euros [unas 113.000 pesetas] al año, tal como ya había hecho en otras reuniones". Los trabajadores piden un incremento de 240 euros en cada una de las 16 pagas, que suponen 3.840 euros anuales, aunque aseguran que estarían dispuestos a rebajar su propuesta "concepto por concepto".
Desde TMB, sus portavoces manifestaron que la reunión de mediación fracasó porque no hubo "modificación de la petición de los sindicatos del 20% de incremento salarial, y por tanto todo sigue igual". TMB aseguró que ha "puesto sobre la mesa todo lo que puede ofrecer dentro del entorno económico y social en el que se mueve".
Paro de siete horas
Ayer mismo, los conductores de autobús efectuaron un paro de siete horas, en las que la Generalitat no había decretado servicios mínimos. A mediodía, los trabajadores celebraron una multitudinaria asamblea en las Cotxeres de Sants en la que participaron unos 2.000 empleados.
Durante la asamblea, entre constantes aplausos, los conductores ratificaron la huelga indefinida y se mostraron dispuestos a no ceder en sus reivindicaciones ni a aceptar el arbitraje ofrecido por el Departamento de Trabajo de la Generalitat. "No vamos a entrar en un arbitraje en el que TMB marque las pautas de la negociación", señaló Muñoz.
Los trabajadores rechazan el arbitraje porque consideran que, además de negociar sobre los salarios, TMB pretende modificar el sistema actual de organización del trabajo de forma que perjudicaría a los trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de mayo de 2002