El periodista Francisco Santos, vicepresidente electo de Colombia, fue secuestrado hace 12 años por el jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar. Aquel trance cambió su vida y determinó su activismo por los derechos humanos. Fundó País Libre, que organizó masivas manifestaciones contra el secuestro. Entre el 19 de septiembre de 1990 y el 20 de mayo de 1991 había permanecido encadenado, padeciendo el trance de miles de compatriotas. "Estamos hastiados de la guerra y sus atrocidades". Pacho, como le conocen sus colegas, tendrá la oportunidad de combatirlas desde sus nuevas funciones.
Santos, de 41 años, debió salir de Colombia en 2000, después de que se conociera un plan de la guerrilla de las FARC para asesinarlo. Era entonces editor del diario El Tiempo, propiedad de su familia. Viajó a Madrid y trabajó en EL PAÍS durante dos años, hasta su regreso a Bogotá convocado por Álvaro Uribe.
Nunca ha sido un conservador y los analistas sostienen que su incorporación al equipo de Uribe es un acierto por lo que significa de contrapeso a las eventuales tentaciones autoritarias de Uribe. "Tuvo siempre veleidades de izquierda", dijo su hermano Rafael.
[Por otra parte, el ciudadano español Ramón Arizmendi Garmendia, a quien las FARC secuestraron el pasado día 11 en una carretera del norte de Colombia, fue liberado el pasado domingo según informó ayer Efe.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de mayo de 2002