La asociación que agrupa a la industria discográfica norteamericana (RIAA) se ha querellado contra el sitio de Internet Audiogalaxy, otro de los populares servidores de archivos musicales que están en el punto de mira de las compañías de discos. Audiogalaxy es un descendiente del difunto Napster y sólo el servicio de descarga de Cnet ha contabilizado 30 millones de usuarios que se han bajado el programa de Internet para intercambiar archivos musicales.
Audiogalaxy se comprometió el año pasado a filtrar el acceso a canciones protegidas por derechos. A juicio de las discográficas, su intento ha fracasado, y de ahí la demanda. Las empresas discográficas han presentado de muestra un listado de 476 canciones protegidas por derechos que se pueden obtener gratuitamente de Audiogalaxy.
La batalla legal de las discográficas prosigue implacable. Este pleito se suma a los que la RIAA mantiene contra Napster, StreamCast y su programa Morpheus, Kazaa, Grokster, MP3- Board y Aimster. Kazaa y Stream-Cast ya han anunciado que no tienen fondos para sostener su defensa en los tribunales. Kazaa ha admitido que se le juzgue en rebeldía, lo que puede suponer una importante sanción económica para la compañía que, según la RIAA, está desplegando empresas hermanas para dificultar la persecución judicial. StreamCast ha presentado un documento en el que asegura que no tiene dinero para afrontar el proceso judicial, y lamenta que ello pueda suponer la victoria de las discográficas sin que la justicia entre a considerar el tema de fondo. Todos estos servicios alegan que ellos se limitan a suministrar un programa que permite a los internautas intercambiar gratuitamente archivos audiovisuales, pero que no entran en la legalidad o ilegalidad del tráfico de canciones concretas.
Las desdichas para este sector no acaban ahí. Al margen de los difíciles intentos de buscar rentabilidad a su oferta, distintos usuarios de Australia, México y Estados Unidos han avisado de la existencia de un virus en algunos archivos descargados de Kazaa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002