La Guardia Civil asestó ayer un nuevo golpe a la inmigración ilegal en la provincia de Alicante. Los agentes detuvieron durante la madrugada de ayer a 65 personas extranjeras, dos de ellas hombres, en diferentes locales de alterne de La Marina Baixa por hallarse en España en situación irregular, según informó ayer la Comandancia de Alicante. Los arrestados serán expulsados del país en aplicación de la Ley de Extranjería.
La operación se desarrolló en diferentes lupanares de los municipios costeros de Altea, L'Alfàs del Pi, Finestrat y la Vila Joiosa, donde las 63 mujeres arrestadas ejercían la prostitución. La mayoría de ellas procede los países del Este -sobre todo de Rusia, Bulgaria, Rumanía y Moldavia-, de Suramérica y el norte de África. La Guardia Civil detuvo también a dos hombres de origen rumano por carecer de la documentación reglamentaria.
El dispositivo se enmarca en una operación que los diferentes cuerpos de Seguridad del Estado activan periódicamente en la provincia alicantina para combatir la inmigración ilegal, en constante crecimiento.
El número de extranjeros ilegales localizados el pasado año en la Comunidad duplicó la cifra registrada en 2000.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002