Todos los países tienen sus jugadores leyenda. Todos tienen sus Maradonas, sus Pelés. En el fútbol surafricano el ídolo indiscutible, el más grande de todos los tiempos, se llama Jomo Sono, actual entrenador de la selección.
El Príncipe Negro nunca gozó del reconocimiento internacional como jugador que, según sus compatriotas, mereció. Tuvo la mala suerte de nacer demasiado pronto, de llegar a la plenitud más de un decenio antes de que se pusiera fin al boicotep de los organismos deportivos internacionales a Suráfrica como castigo por el apartheid. Eso sí, a finales de los setenta, fue contratado por el Cosmos de Nueva York Cosmos, en el que fue compañero de Pelé.
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Cuando volvió a Suráfrica, en 1982, se compró un equipo de fútbol de la Primera División al que puso el nombre de Jomo Cosmos. Siguió jugando en el Cosmos hasta 1988 y desde entonces ha ejercido como entrenador. Somo fue nombrado seleccionador surafricano en marzo de este año, tras la renuncia del portugués Carlos Queiroz. El consenso fue total. Sólo él sería capaz de recomponer el equipo nacional a tiempo de que pueda hacer un papel digno en el Mundial.
Pregunta. ¿Qué opinión tiene del fútbol español?
Respuesta. Me encanta el fútbol español. Juegan maravillosamente. Creo que es donde mejor se juega en el mundo. Hoy el fútbol español no sólo tiene los mejores jugadores, sino que combina la entrega y la pasión del inglés con la habilidad técnica del italiano.
P. ¿Y la selección española?
R. Un gran equipo. Puede llegar hasta la final e incluso ganarla.
P. ¿Cuál fue su reacción cuando se enteró de que le había tocado España en su grupo?
R. Quise buscar un agujero donde esconderme (carcajada.) No, no... Lo digo en broma. Estamos emocionados. Porque, a fin de cuentas, tenemos que jugar contra alguien y prefiero jugar contra una de las grandes selecciones que contra los equipos normales. Aparte, si nos vence España, nadie me lo va a reclamar. Nadie espera que ganemos. En cambio si ganamos, nos convertiremos en unos héroes.
P. ¿Cuales son los jugadores españoles a lo que profesa más admiración?
R. Raúl y Tristán. Tristán es un gran goleador. Raúl es inteligentísimo. Aparece donde menos le esperas y te castiga.
P. ¿Le podrán causar problemas ustedes a equipos así?
R. Sí, ¿cómo no? Les vamos a sorprender porque no nos vamos a achicar. Vamos a ir por ellos, sin esperar a que tomen la iniciativa. Jugaremos con personalidad, con orgullo.
P. ¿Qué significa para su país participar en un Mundial?
R. Muchísmo. Somos un pueblo apasionado por el fútbol, especialmente la población negra. Mucha gente ha sufrido y sacrificado su vidas para llegar a esto.
P. El de Francia 98, el primero en la historia en el que Suráfrica participó, fue decepcionante. ¿Esta vez irá mejor?
R. Hemos madurado y sabemos lo que nos espera. Aquella vez fue como un sueño. Como sacar a un niño africano de su casa y depositarlo de repente en pleno centro de Nueva York. Lo pones en la calle 42 y se pregunta: "¿En qué planeta estoy?".
P. O sea, ¿lo que le ocurrió a usted?
R. (Se ríe) Sin comentarios... Pero, bueno, lo que quiero decir es que en 1998 estábamos muy verdes. Ahora los jugadores no están tan excitados. Saben que lo que tienen que hacer es concentrarse y jugar a un buen nivel.
P. ¿Cómo definiría el estilo de juego surafricano?
R. Parecido al de Nigeria o Camerún. La diferencia es que ellos son físicamente más grandes, pero nuestros jugadores son igual de rápidos. Muy rápidos.
P. ¿Qué aporta usted?
R. Compromiso y cultura.
P. ¿Cultura?
R. Sí, cultura. Entiendo a los jugadores mejor que nadie. Nací aquí, jugué aquí. Sé que hacer, qué mensajes transmitir, para que cada uno de ellos rinda a su mejor nivel, que es la esencia de lo que debe hacer todo buen entrenador que se precie de serlo.
P. ¿Quién puede ser la revelación de Suráfrica?
R. Pienaar, del Ajax. Sólo tiene 19 años. No le voy a revelar ningún secreto sobre él, pero fíjese cuando empiece el torneo y recuerde lo que le estoy diciendo.
Jomo Sono.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002