Los inversores europeos habían depositado su confianza en la capacidad de recuperación de la economía estadounidense para apuntarse a la reacción de los mercados, pero los inversores de Estados Unidos desconfían de la capacidad de su mercado para remontar una situación en la que el desconcierto se ha convertido en una variable de primera línea.
Así las cosas, el aumento de la confianza de los consumidores en el mes de mayo fue recibido con descensos en el mercado de valores, en el que se da por segura la retirada de la inversión exterior si el dólar continúa apuntando a la baja. El índice Dow Jones de valores industriales cayó por debajo de los 10.000 puntos nada más abrir la sesión y arrastró al conjunto de las bolsas europeas.
El Ibex 35 cedió el 0,85% y se aleja del nivel de los 8.000 puntos, y el índice general de Madrid caía el 0,57%, pero aún mantiene los 800 puntos.
Ayer, además de la pérdida de confianza en las posibilidades de recuperación de Wall Street, los inversores tuvieron motivos sobrados para desconfiar de su propio mercado, puesto que una vez más el anuncio de una operación importante, esta vez la venta del 24,5% de Vallehermoso por parte del Banco SCH, estuvo precedido por una importante subida del precio de las acciones. Pero la cuestión de confianza iba más allá de la propia operación de compraventa de Vallehermoso hasta buscar su significado, que parece estar en la necesidad del banco SCH de rescatar fondos con los que hacer frente a las consecuencias de su política de inversiones en Latinoamérica.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta los 1.492,02 millones de euros, cifra que se reducía casi a 1.000 millones de euros una vez descontadas las operaciones institucionales. De este resto, más de la mitad procedía de los tres valores más importantes del mercado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002