El gobierno libio ha ofrecido 2.700 millones de dólares (unos 2.900 millones de euros) para indemnizar a las familias de las 270 víctimas del avión de la Pan-Am que explotó sobre Lockerbie (Escocia) en 1988, informó esta madrugada un bufete de abogados estadounidense que representa a parte de ellas.
El atentado, del que fue encontrado culpable el ciudadano libio Abdel Baset al Megrahi, causó la muerte de 259 pasajeros, estadounidenses en su mayoría, y de los 11 miembros de la tripulación. Si la oferta de Trípoli es aceptada, la familia de cada una de las víctimas recibirá unos 10 millones de dólares. Los abogados, Kreindler & Kreindler, han acogido la oferta del Gobierno libio con cautela y recuerdan que no existen precedentes en este tipo de caso, ya que es la primera vez que un país acusado de apoyar al terrorismo ofrece compensar a las familias de las víctimas.
En marzo pasado, Al Megrahi fue encarcelado en la prisión de Barlini (Glasgow) tras ser rechazada la apelación que había presentado contra la sentencia a cadena perpetua que le había impuesto un tribunal de Holada con jurisdicción escocesa por el atentado de Lockerbie.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002