'La vida en la serie es demasiado perfecta. Los jóvenes se podrían enganchar al lujo que refleja que, por otra parte, nunca podrán conseguir en su vida real'. Un argumento de Ni Xueli, profesor de la Universidad de Pekín, que comparten las autoridades chinas, que han prohibido la emisión de Jardín de meteoritos, una producción de Taiwan dirigida a los adolescentes en la que una chica se enamora del compañero de instituto déspota e impertinente que conduce coches de marca y vive en una mansión. Como respuesta, los jóvenes han recurrido a los portales de Internet para descargar la serie en sus ordenadores. Las autoridades chinas prefieren las emisiones educativas o con trasfondo político, como la recién terminada Paraíso perdido, que relata la lucha por la vida de un enfermo de sida ayudado por amigos y familiares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de mayo de 2002