El inminente desembarco de empresarios malagueños para hacerse con el control del Real Jaén, cuyo accionariado mayoritario está ahora en manos del Ayuntamiento, amenaza con sacudir las estructuras del club, recientemente descendido a la Segunda B. La primera víctima ha sido Juan Carlos Hidalgo, que ayer presentó su dimisión como presidente del Consejo de Administración y dejó un mensaje al alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar: 'Espero que no se arrepienta de lo que va a hacer'.
Hidalgo expresó así su temor por el futuro del equipo si éste queda en manos del grupo malagueño liderado por Manuel Gil Vázquez, con quien el gobierno municipal del PP ha negociado esta semana la venta del paquete accionarial municipal.
'No es un adiós, es un hasta luego', dijo en su despedida Juan Carlos Hidalgo, que ha permanecido ocho años como presidente del Real Jaén, periodo en el que ha obtenido dos ascensos a Segunda A y otros dos descensos. Hidalgo, en una breve comparecencia ante la prensa, se mostró confiado en que todavía haya margen para que los empresarios de Jaén puedan hacer una oferta al Ayuntamiento que iguale la del grupo malagueño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de mayo de 2002