Una grúa de 35 metros de altura y 150 toneladas de peso y una perforadora de 60 toneladas trabajan a marchas forzadas sobre el ámbito que ocupara el claustro de la iglesia de los Jerónimos, para ampliar el Museo del Prado. Las máquinas, que han acentuado los agrietamientos murales del templo, introducen pantallas de malla metálica a unos 20 metros de profundidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de mayo de 2002