En la Plaza Mayor de Castellón se oyeron gritos de 'Arriba España!' y 'Viva el alcalde!'. No era una escena rancia de otros tiempos. Ocurrió ayer. Fueron los invitados al homenaje que, anualmente, la concejalía de Gente Mayor organiza para aquellos matrimonios que celebran sus bodas de oro. Alrededor de medio centenar de personas acudieron a la recepción que presidió el alcalde, José Luis Gimeno. Los mismos que, minutos antes, entonaron el 'banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda', mientras disfrutaban del ágape con el que el consistorio les agasajó en la plaza del Mercadillo.
Algunos de ellos, que viven en el distrito centro, habrán recibido, procedente de la misma concejal, María Luisa Ribes, que también es teniente de alcalde de ese distrito castellonense, una carta que llama a la participación en la próxima procesión del Corpus. La misiva, con franqueo pagado, membrete del Ayuntamiento de Castellón y sobre oficial, ha sido recibida por algunos vecinos con cierto recelo, incluos con susto. 'Creía que era una multa o una notificación', contaba ayer uno de ellos. Y sin embargo, se encontró con el 'reenvío' de una carta remitida desde el cabildo de la concatedral por José Burgos, que pide a las familias 'que coloquen en los balcones las colgaduras que poseen en sus casas, extiendan plantas aromáticas en el tramo de la calle que enfrenta a sus viviendas, arrojen pétalos de flores desde los balcones y saluden al Señor cuando pase junto a ellos'. Porque Castellón, 'que no se avergüenza de sus raíces cristianas', se ha volcado siempre en estas procesiones. El portavoz del grupo municipal socialista, Ignacio Subías, criticó ayer la iniciativa de la edil del PP al considerar que se trata del gasto de un dinero público 'que no corresponde', mientras que el equipo de gobierno no llama a la participación de los vecinos en otros actos religiosos o culturales. Subías lo calificó de 'exceso'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de mayo de 2002