Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Zapatero pide a Yusufi que Rabat se esfuerce por rebajar la tensión

Muestra su preocupación por la caída de las inversiones españolas en Marruecos

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer al primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi, que su Gobierno haga un esfuerzo para rebajar la tensión con España y poner fin al desencuentro entre ambos países. Zapatero se reunió con Yusufi anoche en el marco de una reunión en Casablanca de la Comisión de la Internacional Socialista, a la que pertenecen sus respectivos partidos.

El líder del PSOE ha comprobado que su moderado optimismo sobre una rápida reanudación de las relaciones entre España y Marruecos que sentía en diciembre no estaba del todo justificado. A mediados de ese mes, Zapatero se reunió en Rabat con el rey de Marruecos, Mohamed VI, y con el primer ministro Yusufi para expresar su deseo de que las relaciones se reanudaran lo antes posible y, como primer gesto, que volviera a España el embajador Abdesalam Baraka, que fue llamado a consultas el 27 de octubre de 2001.

Pero el embajador no ha vuelto y las tarascadas dialécticas entre mandatarios de uno y otro país continúan. Es verdad que con momentos de esperanza, como hace tan sólo un mes, en el que por las dos partes, de manera oficiosa, se decía que la vuelta del embajador era inminente.

Zapatero ha vuelto a Marruecos por azar, ya que el presidente de la Internacional Socialista (IS), el portugués António Guterres, decidió de común acuerdo con los miembros del presidium que fuera Casablanca el lugar donde se reuniera otro de sus órganos principales, la comisión, para debatir sobre la situación de Oriente Próximo.

Inversión

Pero antes de empezar los trabajos de la IS, Yusufi quiso charlar con Zapatero. El líder socialista español le mostró su preocupación por las consecuencias de todo tipo que está teniendo la ruptura de relaciones entre los dos países. "Me preocupa la caída de la inversión empresarial de España en Marruecos", dijo Zapatero antes de entrar a la reunión. "Los dos Gobiernos deben hacer un esfuerzo". Pese a esta reclamación de Zapatero, el primer ministro del reino alauí no se comprometió a nada. El secretario general socialista insistió en que sólo estaba allí para emitir opiniones personales con el fin de buscar una solución. Pero también dejó claro que la clave para arreglar la situación están en los Gobiernos de ambos países.

Zapatero comunicó por carta al Ministerio de Asuntos Exteriores su desplazamiento a Marruecos para participar en este encuentro de partidos socialistas. En el aeropuerto de Casablanca le esperaban el primer consejero de la Embajada española, Eduardo Ibáñez, y el cónsul general, Juan José Rubio.

Aun así, poco antes, el secretario general del PP, Javier Arenas, acusaba a Rodríguez Zapatero de romper el tradicional consenso en política internacional entre los principales partidos con sus viajes a Marruecos para intentar arreglar por su cuenta la crisis con este país y por apoyar la huelga convocada para la víspera de la cumbre de Sevilla de la Unión Europea (UE).

El número dos del PP arrmetió contra el líder socialista al señalar: "Las claves para la vuelta del embajador de Marruecos están en el Gobierno y no en Rodríguez Zapatero, que en este asunto no ha actuado con responsabilidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de mayo de 2002